
Y es que seguimos con más de lo mismo, estos últimos actos de la temporada, porque aunque no lo parezca ya estamos en la recta final, nos traen más de lo mismo.
Jason sigue siendo muy cortito, su paso al lado vampiro con disculpas a Godric queda ensombrecida por la "magnífica" interpretación del dios de los poseidos para librar a su amigo Sam.
Sookie es cada vez peor, sintiendo pena y empatía por un personaje como Godric, que duró dos capítulos y se fue con más pena que gloria. Por otro lado el triangulo con Eric y Bill es como poco penoso y es que no resulta creíble que dos vampiros poderosos se peleen por una petarda tan hortera (lo siento, he tirado mi sexie Sookie a la basura :D).
Si a eso le sumamos su actitud de malosa de película cutre con Marian y que ahora tiene poderes ya rebasa lo que puedo soportar. La escena en donde "liberan" a Tara paso de comentarla, porque encima se sacan de la manga un cantico en boca de Tara que Sookie es capaz de recitar y caualmente a Bill le recuerda un libro que leyó.
Marian ha sido la gran decepción, espero que mejore, pero hasta ahora me ha defraudado mucho un personaje en el que tenía esperanzas, ya sabemos que es una Menade y que tiene el poder de poner cachondo a todo el mundo, sabemos que quiere invocar a Baco, Dionisio o Satan que al parecer es el mismo y sabemos que quiere a Sam.
Sam es el único personaje que de momento sigue siendo coherente con lo que ha ocurrido antes, aunque demuestra ser un pardillo buenajo cuando va al Merlotte's para ayudar a la camarera que le queda.
Bill es penoso, en plan gallito con Eric pero teniendo que agachar la cabeza porque no le llega a la altura y luego nos enteramos que conoce a la Reina de los vampiros y le va a pedirle ayuda. Q¿ue casualidad que la Reina vive cerca de Bon Temps no?.
En fin, un cumulo de despropósitos, que a pesar de todo me tiene enganchado. Supongo que a ustedes tambien les pasa ¿no?