Unas veces cuesta más que otra ponerse a comentar un capítulo, a veces porque no son gran cosa para comentar, otras porque estamos liados con otras cosas, pero lo cierto es que cuando uno empieza un blog, no se da cuenta de que está adquiriendo un compromiso con los que le leen.
Así que en mi afán de cumplir con los que son tan masoquistas como para leer mis comentarios, voy a comentar el capítulo de hoy.
Para empezar, el capítulo ha tenido un aire claramente desenfadado, ese comienzo con Dean haciendose un super-expreso o conduciendo un coche echologico y escuchando una música diferente a la habitual ya nos indican la tónica del capítulo, sin llegar a ser un "chorrisodio" (tm) es un capítulo mucho menos lugubre que los anteriores.
Todo ha cambiado, Dean y Sam tienen apellidos diferentes y no se conocen, aunqe Sam tiene sueños que le recuerdan quien es realmente.
Ambos trabajan para una empresa que está "vigilada" por el fantasma del fundador, y en la cacería para exterminar a ese fantasma, recordarán que eso es lo que los hace sentirse vivos, y que han nacido para eso, no para tener una vida rutinaria como el resto de los mortales.
Todo esté montaje, estaba preparado principalmente para Dean que después de los últimos acontecimientos, necesitaba que le recordaran quien es. Zacarías el jefe de Castiel, le recuerda que esto es para lo que ha nacido, y que completará su destino, nos dan a entender algo muy grande, a ver que nos van desvelando poco a poco.
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